Después de la consulta, tu médico te prescribirá un estudio del sueño para saber si padeces apnea del sueño. El estudio consiste en un procedimiento sencillo e indoloro que se realizará durante toda la noche en un laboratorio del sueño o en tu propia casa, dependiendo de tu historia médica y de la cobertura de tu seguro. Te colocarán unos sensores adhesivos en el cuero cabelludo, la frente, el mentón, el pecho, la pierna y el dedo índice para recoger información que envían tu cerebro, corazón, pulmones y músculos. Es posible que te envuelvan el tórax y el estómago con unas bandas para medir la respiración. La mayoría de la gente se queda dormida plácidamente sin mayor problema. Un técnico de estudios del sueño recopilará los datos mientras duermes y al despertarte por la mañana. Tu médico revisará los resultados y juntos elaborarán un plan de tratamiento si resulta necesario. El estudio del sueño es el primer paso para iniciar una terapia. Del mismo modo, tratar la apnea del sueño puede ser el primer paso hacia una vida más feliz y saludable.
Los estudios del sueño son sencillos e indoloros y los resultados pueden ser muy beneficiosos.
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